A todas las organizaciones afiliadas a la CSA, A las
organizaciones sindicales fraternas, Al sindicalismo de las Américas
Estimadas compañeras y estimados compañeros, como es de su
conocimiento, la situación política y social en Haití está en permanente estado
de crisis y emergencia desde hace más de 10 años, a causa de las sucesivas intervenciones
militares y bloqueos económicos por parte de poderes del Norte Global.
Nuestras compañeras y compañeros trabajadores y la
dirigencia sindical en Haití enfrentan el riesgo permanente de la
criminalización, las amenazas por parte de pandillas y milicias y la
persecución de un gobierno ilegítimo, que se ha mantenido gracias al respaldo
de Estados Unidos y la llamada comunidad internacional.
Las movilizaciones históricas, con mayor intensidad en los
últimos cuatro años, demandan el reconocimiento de la soberanía, proponen
transformaciones de las estructuras electorales para el establecimiento de instituciones
realmente democráticas y rechazan la inseguridad permanente, que afecta
principalmente a las mujeres, denuncian el incremento de los precios de los
alimentos y de los combustibles y exigen justicia social y económica.
El actual primer ministro, Ariel Henry, ha pedido la
intervención militar, argumentando la situación social y sanitaria. Sin
embargo, esta situación ha sido generada precisamente por las anteriores
intervenciones, como la que tuvo lugar entre 2004 y 2017 conocida como
MINUSTAH, que no solo trajo el cólera al país caribeño, sino que también
profundizó la violencia, en especial las agresiones sexuales y la inseguridad.
En el último periodo, las respuestas desde diferentes sectores
organizados del campo popular han reivindicado su necesario reconocimiento como
un actor soberano capaz de presentar las salidas que el país requiere. Las
centrales sindicales haitianas afiliadas a la CSA hacen parte de estas acciones
y movilizaciones, demandando la garantía de las condiciones mínimas de la
población trabajadora, denunciando la intervención extranjera y demandando el
establecimiento de un diálogo social efectivo hacia el respeto de los derechos fundamentales
del trabajo.
La expresión de solidaridad por parte del sindicalismo de
las Américas es hoy más urgente que nunca. En los próximos días las diferentes
articulaciones sociales y políticas en Haití, y las plataformas internacionales
de la solidaridad de las que el movimiento sindical hace parte, estaremos
impulsando diferentes acciones para acompañar este momento crítico que viven
nuestras hermanas y hermanos en Haití. Invitamos al sindicalismo de las
Américas a acompañar estas iniciativas de solidaridad y en particular, a
incidir ante sus gobiernos
pidiendo el rechazo a la intervención militar en Haití y el
respeto a la soberanía del pueblo haitiano. Estaremos divulgando los días,
lugares y acciones para sumarse y expresar la solidaridad efectiva con las
compañeras y compañeros en Haití.
Fraternalmente,
Rafael Freire Neto
Secretario General